¿Qué son los hemisferios cerebrales?
Llamamos hemisferios cerebrales al conjunto de las 2 estructuras, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, cuyo conjunto completo forman el cerebro. La conexión continua entre ambos hemisferios la da un estructura puente llamada Cuerpo Calloso, la cual constituida por millones de fibras nerviosas que transitan por todo el cerebro.
Cada uno de los hemisferios está especializado en funciones y conductas diferentes, siendo ambos hemisferios fundamentales para el ser humano, y con una relación inversa respecto a nuestro cuerpo: el hemisferio izquierdo coordina el movimiento de la parte derecha del cuerpo, mientras que el hemisferio derecho coordina el de la zona izquierda.
Mucho de lo que conocemos acerca de las funciones cerebrales se lo debemos a Roger Sperry , cuyos experimentos examinaron la forma en que los hemisferios del cerebro operan tanto independientemente como en concreto uno con el otro. Ambos hemisferios comunican información, como observaciones sensoriales, el uno al otro por medio del grueso cuerpo calloso que los conecta. Se dice que la mayor parte de las personas tenemos un hemisferio cerebral predominante sobre el que procesamos toda la realidad e información externa, aunque eso no significa que no se haga uso de la otra parte, ni mucho menos.
Cada hemisferio cumple unas funciones
Está demostrado científicamente que cada lado de nuestro cerebro cumple unas determinadas funciones.
El hemisferio izquierdo, por ejemplo, es el responsable del lenguaje verbal y de la habilidad lingüística, de la capacidad de análisis, de la resolución de problemas matemáticos, así como de la memoria y el pensamiento lógico y racional.
Por su parte, el hemisferio derecho nos dota de la habilidad para interpretar signos, señales y metáforas. Nos da la capacidad de soñar y de imaginar realidades alternativas. Es el hemisferio encargado de los sentimientos y de la empatía. También controla nuestra capacidad de atención.
Por tanto, parece lógico pensar que aquellas personas que son más organizadas y a las que les gusta que todo este planificado y siga unas normas o estándares, tengan la parte izquierda de su cerebro más desarrollada. Y viceversa. Aunque hay algunos estudios que discrepan sobre esta teoría y que desvinculan los rasgos de nuestra personalidad con la predominancia de una parte de nuestro cerebro.
El equilibrio es la clave
Parece evidente que podemos ser más competitivos cuanto más equilibrado sea nuestro cerebro, sin predominancia excesiva de ninguna de las dos partes.
En la red existen distintos test para ver qué área es en tu caso predominante y también sencillos ejercicios que podemos hacer para mejorar en aquello que necesitemos.
Por ejemplo, para estimular la parte izquierda de nuestro cerebro podemos hacer esquemas, establecer reglas y normas, esforzarnos por explicar o contar algo que ha sucedido paso a paso, tratar de escribir un texto a partir de fotos o dibujos, hacer listas y categorizar las cosas, tratar siempre de razonar nuestras ideas, hacer crucigramas o sudokus…
Para desarrollar la parte derecha de nuestro cerebro, por el contrario, debemos tratar, por ejemplo, de dar ejemplos cuando explicamos algo, establecer metáforas, hacer mapas conceptuales, convertir un texto en imágenes, organizar las cosas por colores, esforzarnos por compartir nuestras emociones e impresiones, empezar a leer un texto por el final, elegir un camino distinto para llegar al trabajo…
También hay algunas actividades para las que se requiere la acción conjunta de los dos hemisferios y que pueden resultarnos muy beneficiosas para ser más equilibrados y completos como cantar, tocar un instrumento, escribir, recitar poesía, hacer mímica o bailar.
Especialización por hemisferio
Referencias
https://bluered.es/blog/hemisferios-cerebrales-y-personalidad-2
https://www.consulta21.es/hemisferios-cerebrales-funciones/
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